La ecuación de la vida es complicada como
complicado ha sido este año. No se puede decir que personalmente haya sido de
los peores, pero la vida de uno no depende solo de si mismo, a menudo está
influenciada por nuestro entorno y lo que le acontece a nuestros seres más
cercanos, inevitablemente pesa y mucho a la hora de hacer un balance lo más
realista posible de lo que ha sido un año entero… hubo amargas despedidas, tristeza
en largos días grises y lluviosos, pero no debemos olvidar que también hubo alegrías,
risas a montones, un buen puñado de quilómetros caminados en inestimable
compañía y maravillosos atardeceres con la arena a nuestros pies…
Yo, únicamente deseo que el 2012 que ya se deja ver
en el horizonte sea por lo menos un poquito mejor que el 2011 que hoy
despedimos… transmite una muy buena amiga bloguera que siempre “hay que pedirle
más, más y más a la vida”… ¡pidamos entonces un poquito más y mejor!
¡Gracias y Feliz 2012!