Es una lástima que no puedan transmitirse los
intensos olores que estas rosas desprendían la semana pasada (y digo la semana
pasada porque los desafortunados vientos y lluvias de los días siguientes a
tomar estas fotos, destrozaron perfectamente cualquier rastro de belleza en mis
rosales)… aun así, esto si que puede considerarse un verdadero estallido de
color… se ve que para las flores no existe la tan mencionada crisis… igual
ellas, si saben distribuir bien lo que reciben y quizás por eso no arrastran pesadas
cargas como la burbuja inmobiliaria, el “crack” de la banca y demás historias
que nos hemos inventado los humanos… a lo mejor, nuestros políticos deberían
aprender algo de esta muestra de simpleza y derroche equilibrados… a lo mejor... seguro que la arañita es feliz, libre de hipoteca e interminables recibos, impuestos y complicaciones mundanas… claro que, ¿seríamos nosotros igual de felices con tan poco?... ¿es ya demasiado tarde?... creo que a estas alturas estamos demasiado viciados pero nunca se sabe...
Hola Óptimus! Hermosa y cierta reflexión amigo, pero creo que no es demasiado tarde, si se ponen ganas! Los colores de estas Rosas, son preciosos, imagino en vivo el espectáculo wao!
ResponderEliminarBEsosss y feliz semana para ti!
No, no transmiten olor, pero despejan la mente, hay días en los que es de agradecer que unas "simples" rosas despierten una sonrisa y traigan pensamientos agradables...
ResponderEliminarQuizás con los "vientos y tempestades" que se avecinan aprendamos a ser felices con poco... y no, no creo que sea tarde (por lo menos eso quiero creer...) en realidad, no nos queda otra opción no?
bicos y sonrisas
Esperemos que por lo menos nos quede esto, el poder quedarnos embobados observando a la naturaleza, que en su sencillez nos enseña mucho.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me has dejado unas sensaciones buenísimas para terminar la semana.... no se si con tanta sencillez sobreviviriamos muchos. Bicos.
ResponderEliminarComo siempre, tus fotos son de gran belleza... Tu reflexión es de agradecer también: en la sociedad en que vivimos, tan acelerada y en que las prioridades no son siempre las que deberían, necesitamos parar y recordar que después de todo las cosas sencillas son las que realmente deberían importar. Después de todo, al final, ¿acaso no somos un poco como la araña de la foto?
ResponderEliminar