Quizás el tiempo no se detenga para nada ni nadie y el reloj a menudo vaya demasiado rápido pero aquí os dejo mi modesto rincón para capturar pequeños fragmentos de la vida, porque a veces, solo a veces, una fotografía es la mejor llave del tiempo.
martes, 9 de noviembre de 2010
Basura en la reja...
Al ver esto, yo me siento un poco como la lata de refresco... estrujado, machacado, usado y luego, cuando dejas de servir, tirado... y ni siquiera en la papelera!
Por otra parte, si analizamos al que la abandonó ahí a su suerte, esperando que alguien con sentido común la recoja y la coloque en su debido sitio, llevamos las de ganar...! Nosotros siempre tendremos mejor personalidad, más responsabilidad de cara a los demás (aunque a veces el pago recibido a cambio sea injusto), mejor carácter, muchísima satisfacción personal y desde luego más bondad en nuestros corazones...!
Creo que me quedaré un tiempo más siendo lata, a lo mejor consigo cambiar a alguno de esos que las tiran, la paciencia (que no insistencia) es una de mis virtudes!
Nuestro carácter es el resultado de nuestra conducta y desde luego, la mía va por buen camino.
Saludos.
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De nuevo te quejas, y quejarse no ayuda, tan sólo mina la energía. Aprender a dejar de comportarse de modo que los demás nos usen es la dinámica de la curación.
ResponderEliminarPor otra parte, si ves algo tirado, recógelo. Y si quieres que alguien deje de hacerlo charla con él en términos que no le ofendan o que no tenga que ponerse a la defensiva. ¿Recuerdas como te sientes tú cuando te sientes acusado o atacado? Pues así también puede sentirse el otro, ese al que acusamos. Primero hemos de conocernos a nosotros mismos para entender a los demás...
Un abrazo :) y ¡Buen día!
Gracias Haideé... trataré de no quejarme tanto.. prometido (en realidad ya estoy aprendiendo a hacerlo)!
ResponderEliminarUn abrazo y buenas noches a ti también!