Ayer me hicieron llegar esta foto por correo… es Santiago de Compostela entre tormenta y tormenta… esos rayos de pura energía concedían una tregua y dejaban ver esta hermosa combinación de colores… dos arcoíris… dos, nada menos!... son casi como definidas líneas que separan lo bueno de lo malo, la esperanza de la tristeza, las penas de las alegrías… ojalá siempre pudiéramos aprovechar bien los momentos y saber disfrutarlos de manera tan intensa… ojalá alguien se acuerde de ti igual que lo hicieron conmigo al premiarme con semejante imagen…
Ya lo sabes, pero repetirlo entra dentro de esos supuestos que no deben darse por tal y que te lo digan de cuando en vez, por experiencia sé lo bien que sienta… ¡Ánimo, nunca dejes de soñar y si hace falta llorar… lloraremos (hasta los ángeles lo hacen!)!
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Gracias por el momento, gracias por el “elemento único”
De tu entrada de hoy quiero destacar en principio tres cosas:
ResponderEliminarLa foto IMPRESIONANTE la verdad...
Tu lectura de la foto: "son casi como definidas líneas que separan lo bueno de lo malo, la esperanza de la tristeza, las penas de las alegrías… " una prueba definitiva de que Santiago comunica además de a través de las piedras de la ciudad, a través de su cielo...
Un muy buen consejo, "ojalá siempre pudiéramos aprovechar bien los momentos y saber disfrutarlos de manera tan intensa…"
Y por último y no por eso menos importante, si se han acordado de ti... será porque te lo mereces, no lo dudes!!!
bicos
Precioso, arco-iris... Siempre un placer volver por tu casa.
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.