Oye tú, no rompas la fila… mírame que yo la marco… no, ese soy yo… que no saltas lo suficiente… tú, que arrastras los pies y no marcas el punto... hay que mirar a los lados, no estás solo en el baile… esas caras, las quiero sonrientes aunque os esté saliendo mal… niñas, no gritéis, cantad… la rueda, coño!... ...ale, a empezar de nuevo...
¡Que duros eran los ensayos y cuánto tiempo teníamos que dedicarle –y dinerillos por supuesto-!... pero las satisfacciones siempre eran mayores que todos los problemas que nos acarreaba seguir adelante con este proyecto, que a día de hoy sigue vivo después de treinta y pico años –afortunadamente, ahora con más medios y nivel, todo hay que decirlo-
¡Cuanto discutíamos pero que bien nos lo pasábamos!. No éramos precisamente…. de calidad, pero empeño… ¡teníamos para repartir!
El esfuerzo del trabajo y el sacrificio tiene su recompensa, si no, mira que guai ahí en la tele. Una belleza.
ResponderEliminarUn besote,
Andri