lunes, 14 de febrero de 2011

No subestimes nunca el poder de la negación...


Me enamoré de ti…

De tus suaves cabellos que estrangulan mi corazón como la hiedra al árbol,
de tu brillante mirada y ese corazón oculto tras gruesos muros de piedra,
de esa ausencia que roba mi aliento y hace que mis sentidos se pierdan,
solo a tu lado puedo respirar, solo con tu presencia mi alma crece,
solo estando entre tus brazos no siento frío y mis esperanzas no se apagan,
eres el rayo de luz que ilumina mi camino.

Me enamoré de ti…

Como un efímero rastro de tu existencia, solo conservo recuerdos,
al sentir que te he perdido, veo tu cara en mis sueños, en mi realidad,
y en ese instante vuelvo a ti... siempre vuelvo a ti...

Me enamoré de ti… y a pesar de todo… te perdí!

***

Dicho esto desde un lugar en el que el futuro es incierto, el presente doloroso y el pasado demasiado reciente para olvidar... sentado bajo ese viejo árbol de ramas desnudas incapaces ya de dar cobijo de la lluvia y las heladas, las mareas se han detenido, el tiempo se ha roto y los sonidos desaparecido... silencio... total y absoluto silencio solo roto por el crepitar del fuego que quema mi corazón… 

De los lazos que me atan puedo librarme fácilmente… los grilletes que aquí me retienen deben caerse solos… con tiempo, solo tiempo!

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