lunes, 28 de febrero de 2011

Pues al final tuve que cambiarla... cosas que pasan...


Brecht en apenas cuatro estrofas, nos lleva de la mano y nos muestra lo resignado y entregado que puede ser el verdadero amor, nos enseña que no importa cómo sea, dónde esté, ni cuánto cueste alcanzarlo, porque la felicidad depende, de eso, de alcanzar ese amor…

Quiero ir con aquel a quien amo.
  No quiero calcular lo que cuesta.
No quiero averiguar si es bueno.
No quiero saber si me ama.
Quiero ir con aquél a quien amo.

Bertold Brecht, poeta y dramaturgo alemán, considerado durante mucho tiempo uno de los intelectuales más influyentes del siglo XX. Aunque se desenvolvía con igual maestría en la escritura de poesías, prosa o teatro, son las primeras las que han subyugado a los lectores durante décadas.

5 comentarios:

  1. esta claro que las fotos ganan y mucho, te dejo otra perla de brecht:
    Colgada en mi pared tengo una talla japonesa,

    Máscara de un demonio maligno, pintada de oro.

    Compasivamente miro

    Las abultadas venas de la frente, que revelan

    El esfuerzo que cuesta ser malo.

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  2. No sé yo si la felicidad depende de alcanzar ese amor, que ayuda… si, por supuesto, pero que dependa de ello… no sé, no sé. Además, tampoco puedo estar muy de acuerdo con Brecht ¿de verdad solo importa ir con aquél a quien amas? Creo que también hay que valorar lo que cuesta, si es bueno o no para nosotros, y sobre todo saber si esa persona nos ama. ¿Es bueno estar con alguien al que amamos, pero que no nos ama? En mi humilde opinión, eso nos da más sufrimiento que felicidad.

    Un besazo.

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  3. Menalcas, pues claro que cuesta ser malo, coño... si resultase fácil... habría más maldad en el mundo... y mira que ya hay de cojones...

    Las fotos... mejorando poco a poco... el equipo sigue siendo el mismo...

    Un fuerte abrazo.

    Canteiras de Sar, en cierto modo ahí reside el riesgo... en sentirse bien sin darse cuenta... si tienes que empezar a plantearte si te aman o no, solo por el hecho de planteártelo... no sé, no sé... a veces es mejor no pensar demasiado.

    ¿Arriesgar y esperar que el puto Murphy te deje a un lado?... !yo que sé, de momento a hacer de cartero por correo interno :)!

    Besazo.

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  4. Por cierto Menalcas... ya que veo que te gusta Brecht, ahí te dejo otra:

    Hay hombres que luchan un día y son buenos,
    hay otros que luchan un año y son mejores,
    hay quienes luchan muchos años y son muy buenos
    pero los hay que luchan toda una vida, esos son los imprescindibles!

    Un abrazo.

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  5. esta claro que yo no soy de los últimos, no creo que sea imprescindible y cada vez menos, pero todo depende para quien, desde luego para mi mismo si que lo soy.

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